El departamento de Huancavelica presenta el nivel más alto de desnutrición crónica infantil a escala nacional, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), informó que durante el 2020 el 31.5% de su población menor de cinco años sufrió desnutrición crónica; lamentablemente, una secuela de la pandemia ha sido el incremento de la desnutrición crónica en Huancavelica, que en 2019 se situaba en 30.7%. Los problemas de malnutrición están condicionados por determinantes de la salud, como factores sociales y de desarrollo asociados con la pobreza y la inseguridad alimentaria; así mismo, con prácticas inadecuadas de alimentación, cuidados insuficientes al niño o niña, modalidades incorrectas de crianza, infecciones repetidas y severas, entre otros.
Para la disminución de la desnutrición crónica infantil se debe educar en alimentación saludable y orientar en adecuadas prácticas de crianza. La madre tiene un rol fundamental en la lucha contra la desnutrición infantil, porque es ella –en la mayoría de casos– quien se encarga de alimentar y/o cuidar a su hijo o hija. Adicionalmente, la mujer cumple una función trascendental en la producción agrícola. “Uno de cada tres productores agrarios en nuestro país es una dama, y dentro de todos los hogares agropecuarios las mujeres cumplen un rol central en el trabajo productivo y en la alimentación y sustento de las familias”; aseveró el presidente Pedro Castillo, al anunciar la creación del fondo para la mujer rural.
Más de medio millón de mujeres desempeñan actividades agropecuarias y representan un cuarto de la Población Económicamente Activa (PEA), según los resultados del último censo nacional de población. En tal sentido, es necesaria la participación de la mujer en la segunda Reforma Agraria que busca mejorar los servicios a productoras y productores de la agricultura familiar para elevar su calidad de vida. En el marco de esta reforma, el Estado tiene previsto impulsar un fondo para la mujer rural que permitirá mejorar las capacidades a más de 700 000 productoras agropecuarias en el país.
Otra de las metas del Sector para el año entrante es la creación de un Fondo Nacional de la Mujer Emprendedora Agraria, así como la capacitación de mujeres y líderes agrarias de las comunidades campesinas y nativas en desarrollo agrario, como parte del fortalecimiento de la agricultura familiar.
Seguramente, las mujeres rurales encuentran esperanzadoras las alternativas planteadas en esta reforma para su crecimiento personal y el fortalecimiento de capacidades. Sin embargo, se espera que en el plan de acción se considere las voces de estas mujeres, a fin de que sea participativo y no termine siendo una promesa más sin cumplir. Por eso, esta política de gobierno debe garantizar los mecanismos adecuados para asegurar la representatividad de aquellas. La meta a largo plazo es generar relaciones más equitativas y justas en el campo.
desco Opina – Regional / 15 de octubre del 2021
descocentro – UOT Huancavelica