Culmina el primer año escolar en estado de emergencia. En él se han hecho más evidentes las brechas existentes entre la zona urbana y la rural. El reparto de tablets para enfrentar otro medio año de educación virtual, no solucionará estas diferencias. Los cambios que se requieren son más profundos.
Este año, un gran número de estudiantes abandonaron la educación básica o quizá la educación básica fue quien los abandonó. Según las cifras de la Gerencia Regional de Educación de Arequipa, el 4% de los estudiantes matriculados no recibieron el servicio educativo, este porcentaje representa a 14 484 estudiantes. En Puno la cifra oficial de estudiantes no contactados fue de 8000 alumnos, aunque un dirigente del SUTEP de la ciudad altiplánica rebatió esta cifra, estimando que en realidad es mucho mayor, alrededor del 30%. La prevalencia de la deserción escolar, según lo manifestado por el Ministro de Educación (MINEDU), se ha producido en las zonas rurales y en las familias en condiciones de pobreza.
Sólo basta conocer un poquito del Perú para saber cómo la falta de conectividad, tanto virtual (internet) como física (carreteras), aún siguen siendo un obstáculo para el desarrollo de las localidades, donde en muchos casos tampoco hay energía eléctrica. Así, la estrategia nacional Aprendo en Casa fue un sistema bien intencionado para resolver la cobertura educativa en medio de las restricciones por la pandemia, pero resultó selectivo en el acceso.
Además de las limitaciones de cobertura de servicios básicos por parte del Estado y de acceso a equipos tecnológicos (televisores, computadoras, tablets, celulares), existen problemas de fondo que impiden ofrecer un adecuado servicio educativo en las zonas rurales. Es decir, los maestros y estudiantes han enfrentado este año escolar un diseño curricular que viene arrastrando una inadecuada lectura del contexto, que no permite una enseñanza más significativa y que, además, no reconoce apropiadamente capacidades y habilidades de niños y niñas de zonas rurales, como la autonomía y la creatividad.
En las capacitaciones virtuales destinadas a docentes que hizo MINEDU para el uso de herramientas de enseñanza remota a través de su plataforma Perú Educa, notamos todavía la miopía de la estandarización, sin que se haga un esfuerzo por aterrizar estas capacitaciones al contexto rural, con todas las limitaciones ya descritas.
Creemos que la educación rural debe promover la creatividad de los docentes para el desarrollo de aprendizajes, y los contenidos deben ser adecuados al contexto, identificando las potencialidades de cada localidad.
En esa línea, descosur desarrolló un programa de capacitación para un grupo de docentes de zonas rurales de la zona alta de Arequipa en la elaboración de Proyectos de Aprendizaje y, después, los acompañó en su implementación. Mediante un convenio con la UGEL Caylloma y la UGEL Arequipa Sur, los docentes pudieron desarrollar los Proyectos de Aprendizaje dentro de su propuesta pedagógica y como parte de la estrategia Aprendo en Casa. La voluntad que mostraron las autoridades locales de educación ha sido beneficiosa tanto para los docentes como para los alumnos. Tres de estos proyectos fueron seleccionados como proyectos innovadores de educación para ser expuestos en el Seminario Internacional Steam + H Arequipa 2020.
La propuesta Proyectos de Aprendizaje tiene las ventajas de integrar cursos, promover la participación de la familia, retar a los estudiantes en sus formas de aprender, fomentar la creatividad, la integración con su comunidad y generar aprendizajes más significativos y duraderos; sin embargo, a pesar de que el MINEDU la ha reconocido oficialmente como una propuesta educativa en el currículo nacional de educación básica, no capacitó a los docentes en su totalidad para que puedan plantear los proyectos y desarrollarlos con una adecuada orientación y seguimiento. El ministerio debe promover la elaboración de proyectos interdisciplinarios en las instituciones educativas atendiendo las necesidades y demandas del contexto de las y los estudiantes.
Escuchando una entrevista efectuada al nuevo ministro de Educación, Ricardo Cuenca, percibimos que por lo menos desde el Ejecutivo hay una decisión política de diseñar un programa escolar para el 2021 que enfrente las particularidades de este año excepcional, con contenidos más flexibles y territorializados. Sólo el próximo año será posible comprobar si la burocracia del MINEDU actuará con el mismo entusiasmo que manifiesta la cabeza de esta cartera ministerial. Son urgentes los cambios pensando en los contextos rurales y sus singularidades.
desco Opina – Regional / 11 de diciembre de 2020 descosur