A diferencia de sus pares en el sur, Arequipa fue una de las pocas capitales que dejó atrás la cuarentena focalizada. Entramos a la fase dos con todos los temores incorporados, hay mucha gente que aún no se atreve a salir a esta nueva normalidad citadina llena de bocinazos y colas en los grandes malls de la ciudad; y es que el rebrote está a la vuelta de la esquina. Algunos especialistas de salud calculan que sucederá a los 15 días contados desde el levantamiento de la cuarentena, pero ya no nos encuentra desprevenidos, algo ha cambiado en la ciudad a pesar de que la ivermectina no ha cesado de producirse y que se sigue repartiendo y recetando como aspirina.
Hace muy poco, reactivamos el Acuerdo Regional por Arequipa (ARA), un espacio de diálogo promovido por el Colectivo Macro Sur desde el 2015 –que reúne a diversos líderes del sector público y privado– para conversar sobre diversos temas relacionados al desarrollo de la región. El ARA organizó el foro “Comando Covid y Participación Interinstitucional”, cuyo objetivo fue conocer de cerca cómo los diferentes esfuerzos colectivos están confluyendo en la estrategia para combatir el Covid-19 en la región y cómo otros similares se pueden acoplar en esta lucha.
Gustavo Rondón, jefe del Comando Covid en Arequipa desde finales de julio, comentó las novedades de la estrategia empleada , que comenzó con una sistematización de las acciones de los anteriores comandos y propuso un nuevo organigrama de funcionamiento en donde se incluyó a la población. Este punto, aunado a la convocatoria al sector privado, la iglesia, así como a la academia y colegios profesionales en el comité de expertos, ha marcado un cambio positivo dentro de la estrategia que se venía aplicando en Arequipa.
Entre finales de agosto y los primeros días de setiembre se han instalado dos plantas de oxígeno en hospitales, gracias a la empresa privada y la Iglesia. Se han entregado carpas hospitalarias en Camaná y Mollendo, ciudad donde también se inauguró una planta de oxígeno. Estas inversiones, sumadas a la inyección del Gobierno Nacional en salud, han suplido de alguna forma las falencias en el sistema de salud regional.
Con el virus todavía latente, no cabe duda que la estrategia central ahora es la prevención. El Comando Covid ha solicitado a los municipios reactivar sus campañas preventivas en barrios, pero sobre todo les ha recordado que está dentro de sus atribuciones el regular y controlar el aseo, higiene y la salubridad de los establecimientos privados de uso público. Rondón comentó que también ha tenido diferentes reuniones con asociaciones de empresarios para la correcta activación de los protocolos ante la inminencia de la fase tres.
Se perciben mejoras en el flujo de comunicación a nivel regional para las campañas de sensibilización, pero aún falta construir un sistema de seguimiento adecuado de los contagiados y de las personas que lograron superar la enfermedad.
La apertura como estrategia está funcionando, quizá el perfil político del nuevo Comando Covid ha permitido que así sea, pese a las diferencias con el gobernador regional y los dislates a los que nos tiene acostumbrados. Se acabaron los chivos expiatorios, cada ciudadano y ciudadana debe asumir su responsabilidad en esta etapa, sin perder de vista a sus autoridades locales. Ahora más que nunca, la participación ciudadana y el trabajo colectivo y solidario han cobrado un nuevo valor. No vale quejarse sentado, no vale dejar de actuar.
desco Opina – Regional / 18 de setiembre de 2020 / descosur